Los Wraiths son el grupo más grande de Raffen Shiv, o nómadas rebeldes. Este grupo viaja principalmente de noche, aprovechándose de los dormidos y desprevenidos. Su líder se llama Dogkiller y se rumorea que usa ropa de piel humana.

Los Wraiths son uno de los dos grupos nómadas destacados que habitan Badlands. Tienen una larga historia de frecuentes conflictos y guerras con el otro grupo nómada, los Aldecaldos. Los Wraiths también tienen un automóvil personalizado de cerca de 1000 caballos de fuerza en el que deambulan por Badlands llamado Reaver.

Mientras que los nómadas suelen operar en una zona judicial gris, los Wraith ignoran la ley. Son feroces y agresivos y han dominado las áreas que rodean Night City. Asaltan pequeñas aldeas, atacan a pequeños grupos de nómadas y atacan transportes de cuerpos débilmente custodiados. El software cibernético y otros equipos utilizados por la pandilla incluyen potenciadores de reflejos, editores de dolor, vehículos muy modificados y posiblemente equipos de grado militar.

Los Raffen Shiv son los nómadas más odiados; Este odio es tan fuerte que los nómadas normales inician altercados con aquellos que, sin saberlo, los llaman raffens. Incluso entre la sociedad nómada normalmente permisiva, estos raffens son considerados infrahumanos. El nombre es una derivación de varias contracciones coloquiales y peyorativos, aunque algunos creen que el nombre significa algo «realmente sucio», según el autor de Shard «Nomads for the Thick-Skinned». Los Raffen Shiv son carroñeros y sociópatas que se aprovechan de los inocentes y los débiles de las tribus nómadas (generalmente se encuentran en lugares fuera del alcance de la ley) y del resto de la cultura estadounidense. Son marginados, renegados y traidores. Roban, matan o esclavizan a cualquiera que puedan atrapar y saquean a quienes encuentran.

Es inevitable que cualquier sociedad tenga marginados, y los Raffen son eso y más. Probablemente el mayor de los grupos de Raffen sean los Wraiths. Este grupo viaja principalmente de noche y se alimenta de los que duermen y los desprevenidos. Es difícil creer que quede alguien incauto en esta época, pero los Wraiths y los demás Raffen no muestran signos de debilitarse. Muchos de los grupos más pequeños de Raffen han renunciado a la carretera, optando en cambio por trasladarse a las ciudades, aterrorizarlas durante unas semanas y luego seguir adelante.

Los Raffen son indistinguibles en apariencia de cualquier otro refuerzo. Afectan a los objetos cromados y suelen estar bien armados y blindados. Sus vehículos parecen más orientados al combate que los del nómada medio. Algunos son ciberpsicóticos totales; Se rumorea que Dogkiller, el líder de los Wraiths, usa ropa hecha de piel humana.

La cultura Raffen es opresiva. Los miembros más fuertes abusan físicamente de los más débiles, ya sea por una causa o por deporte. A los miembros más débiles o parásitos se les llama «perras» y, a veces, se comercializan como ganado. Los Raffen son completamente repulsivos para todos, excepto para los ciberpunks más empedernidos. Los nómadas envían perros-soldados y partidas de guerra para eliminarlos dondequiera que se encuentren. Al mismo tiempo, las corporaciones cultivan a veces los Raffen. Harán cualquier trabajo, sin importar cuán sucio o atroz sea, y generalmente por un precio más bajo que cualquier otro grupo de mercenarios. Por supuesto, a veces resulta difícil organizar reuniones para la negociación y el pago.

Lo poco que se sabe sobre los orígenes de los Wraiths es que eran una de las muchas pandillas de origen nómada en la costa oeste, presumiblemente compuestas por exiliados de naciones nómadas. También se desconoce el tamaño de la pandilla, pero presumiblemente tienen el tamaño de un clan nómada promedio, entre 300 y 1200 miembros.

Poco se puede decir más allá de lo obvio, Se dedican a saquear, robar, violar, matar y lo que se les antoje en el momento. Habiendo perdido toda posición en sus antiguas familias nomadas, y la aversión de muchos de sus miembros a vivir en la ciudad los convierte de facto en poco más que animales salvajes a las afueras de Night City. 

Su estructura es caótica cuanto menos, aunque los espectros son un grupo bastante grande y cohesionado, en parte gracias a la mano de su jefe, DogKiller, sus campamentos estan distribuidos por todo el ancho y largo de las Badlands que rodean Night City. 

La principal fuente de ingresos de los Wraiths son los botines de sus incursiones. A veces van a las grandes ciudades para conseguir contratos de transporte, pero son notoriamente poco fiables. A menudo rompen acuerdos y se quedan con el botín que debían transportar o se quedan con los pasajeros, ya sea para pedir un rescate o para su propio disfrute. Al igual que los carroñeros, los Wraiths también secuestraban personas y las mataban para obtener partes de su cuerpo y cromo, que extraían y vendían. Durante un tiempo, los Wraiths también cooperaron con un netrunner llamado b@d, quien les proporcionó información lucrativa sobre un alijo de drogas de Maelstrom que posteriormente asaltaron, así como un virus que Se utiliza para desactivar los drones que pasan por Union Railroad para que luego puedan robar su carga. 

Considerados por algunos como la octava nación nómada, en realidad los Raffen Shiv constituyen un grupo completamente separado que opera según reglas completamente diferentes. Su mismo nombre es una mezcla de peyorativos nómadas, los Raffen Shiv son un grupo variopinto de exiliados de otros grupos nómadas por violar costumbres y otras transgresiones. Por lo tanto, no tienen una identidad o un espíritu común, ni líderes ni un estilo reconocible. En esencia, no son más que delincuentes rurales que a veces forman equivalentes sueltos de pandillas urbanas fuera de las grandes ciudades, siendo los Wraiths fuera de Night City un excelente ejemplo. Al igual que otros nómadas, la ropa Wraith tiene una inclinación práctica y utilitaria. Sin embargo, dado que los Espectros no viven al margen de la ley sino firmemente fuera de ella, ponen un mayor énfasis en el sigilo y la potencia de fuego. Modifican sus equipos con armas y lanzadores de misiles para atacar convoyes o defenderse de sus rivales. Su apariencia general carece de la calidez campechana de los verdaderos grupos nómadas como los Aldecaldo. Más bien, parecen mercenarios unidos únicamente por un objetivo común: sobrevivir al próximo ataque y llevarse el botín.